lunes, 15 de abril de 2013

Interesante artículo: Del "libro de texto" al "libro de contexto"

El libro de texto es uno más de los muchos recursos didácticos de los que disponen los docentes en su tarea diaria de enseñar y, como cualquier otro, tiene sus pros y sus contras. En mi opinión es una herramienta a la que, en muchas (demasiadas) ocasiones, se le da un mal uso.

El docente que utiliza el libro de texto como sustituto de sus obligaciones, que sigue el libro desde la primera página hasta la última sin saltarse ni una sola actividad, que utiliza el libro como un manual poseedor de la verdad absoluta y el saber incuestionable y soporte para sus clases magistrales, no es un buen profesor; y esto no es culpa de la herramienta, sino de la persona.

Pero es totalmente inaceptable afirmar que los profesores que usan libros de texto no son buenos profesores... también hay malos profesores entre los tecnólogos o entre los que utilizan el aprendizaje por proyectos.

Dada la situación de la educación en nuestros días, que he descrito en otras entradas de este blog, lo que defiendo es un nuevo enfoque de este recurso didáctico: pasar del "libro de texto" al "libro de contexto" o, dicho de otro modo, pasar de la "enciclopedia" a la "wikipedia".

Los libros de texto provienen de una concepción enciclopédica de la enseñanza: el saber se puede condensar en unas páginas, en unos volúmenes. Hoy, debido a la gran cantidad de información que se maneja en la sociedad digital, las enciclopedias han perdido su vigencia en favor de las wikipedias, que se caracterizan por ser abiertas, por actualizarse rápidamente y de manera constante. Por tanto, una de las características más importantes del libro de contexto es que debe ser actualizable y personalizable. El libro de texto sería cerrado y el libro de contexto, abierto.

El libro de texto tradicional daba respuesta a una educación memorística a una educación "sólida"; el libro de contexto debe dar respuesta a una educación funcional o procedimental, donde los contenidos dejan paso a las competencias, a una educación "líquida".

Los libros de texto se apoyan en la realidad; los libros de contexto, en la realidad aumentada. Esto supone que el principal soporte de este nuevo tipo de recurso es el digital, aunque me imagino más un material híbrido que combine lo digital con el papel. Lo digital para conectar y compartir, para trabajar colaborativamente; el papel para el trabajo más personal e interior (que también debe tener su importancia). Para mí, no es incompatible la presencia en el aula de TAC (tecnologías del aprendizaje y el conocimiento) y libros (sea en formato papel o digital).

El libro de contexto puede ser una buena herramienta para ayudar a transformar la hiperconectividad de nuestros alumnos en algo positivo; tiene que ser un poco de orden en el caos, una ayuda para el autoaprendizaje. Este nuevo tipo de recurso educativo está dando sus primeros, tímidos y temerosos pasos, pero en un futuro no muy lejano puede ser una ayuda óptima para conseguir buenos resultados en el aprendizaje de nuestros alumnos.
Salvador Rodríguez Ojaos.

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Javier Domínguez Pérez




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Javier Domínguez Pérez

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